Visita privada al paraíso de la isla Saona. Experimente la belleza natural de la isla Saona en una excursión personalizada de un día desde Punta Cana, ideal para aquellos que desean experimentar múltiples atracciones de la isla en un solo viaje. Embárquese en una lancha rápida y navegue hasta una playa aislada, deteniéndose en un banco de arena poco profundo en el medio del océano. Luego dirígete a la orilla para nadar, juega al voleibol y relájate en la playa. Su tour incluye almuerzo, barra libre y recogida y devolución en el hotel.
- Visita la isla Saona en lancha rápida o catamarán desde Punta Cana.
- Pare en una piscina natural llena de estrellas de mar.
- Elija entre salidas por la mañana o por la tarde para adaptarse mejor a sus necesidades.
- Cómodo traslado y regreso al hotel en Punta Cana incluido.
Qué esperar de la Visita privada al paraíso de la isla Saona
Le llevamos a la superestrella de las islas alejadas de la costa de la República Dominicana. Piense en sol, arena, bebidas, barcos y bikinis. Podrá darnos las gracias más tarde, pero ahora déjenos hablarle de la hermosa isla Saona. El primer barco turístico que atracó en la isla Saona fue Cristóbal Colón en 1494 y la isla Saona no ha dejado de sorprender a los visitantes durante los últimos 500 años. ¿Qué es tan impresionante sobre la isla Saona? Una buena pregunta merece varias respuestas:
- Esta es una verdadera isla. Hablamos de 110 kilómetros cuadrados. Saona no es un cayo pequeño alejado de la costa. La playa se extiende hasta donde alcanza la vista.
- ¿Le gusta el agua azul turquesa transparente del océano? ¡Esperamos! Hágase un selfie porque este color del agua del océano se encuentra en pocos lugares del planeta.
- En serio, ¿arena blanca y palmeras? Sí, es una combinación de locura. La quintaesencia de la isla caribeña merece la quintaesencia de paisajes del Caribe; arenas marfil rodeada por filas de palmeras.
Categoría: Escapadas y excursiones de un día.
Inicio en: Punta Cana, República Dominicana.
Duración: 8 horas.
Precio: 1.289,94 euros.
